
Tomado de Boletines Privados de Thomas Printz Vol 3. Editorial Serapisbey Panamá
Amados Míos:
Cuando un alma ha acumulado gran sabiduría y comprensión en un vida previa – resulta sumamente desafortunado que en un nacimiento posterior tenga que ser velada por restricciones kármicas que reposan sobre toda la raza, y que prohíbe a esa alma traer consigo la memoria total de su propia luz, la cual tendrá que volver a encontrar mediante el desarrollo intuicional y labor durante años, para lograr la maestría a través de la estructura cerebral y vehículos provistos para él en el nacimiento actual. Aún nuestro amado Jesús estuvo sujeto a esta Ley.
La razón para que a la conciencia del hombre no se le permita la memoria del pasado se debe a que los cuerpos se han tornado tan pesados, y el odio y la injusticias se han tornado tan terrible que la Ley Kármica , con toda misericordia, deja caer su telón de olvido para darle a los egos una oportunidad de expandir la luz de su alma sin tener que cargar con rencillas de vidas pasadas y traerlas al presente.
Cuando la Ley Cósmica interviene y establece una nueva actividad global que tiene un alcance universal e individualizado, eso quiere decir que toda la cadena evolucionaria tiene que ceñirse a las decisiones plenas y vivir bajo la acción de esa Ley, y los logros personales de algún miembro de la raza no lo exime de la acción de dicha Ley.
Sin embargo, actualmente, debido a que la exigencia de la Ley Cósmica de más luz terrena no pueden negarse, hemos considerado prudente conseguir la intervención de algunos miembros de la raza humana para solicitar a los Señores del Karma la eliminación de esta restricción global, y que se le permita a las almas de corrientes de vida altamente desarrolladas traer consigo a la octava física la totalidad de la luz de su alma, su riqueza de conciencia y memoria de asociación con Nosotros, permitiéndonos de esta manera utilizar sus fuerzas, no tanto para volver a dominar lo que el alma ha conocido, sino para vitalizar su conocimiento y dejarlo crecer en servicio tal cual lo han hecho los amados hermanos de Venus desde el principio de los tiempos.
Las condiciones actuales de las grandes almas que han pasado por la escuela de la tierra y que han logrado un contacto y comunicación con las Super – Inteligencias que gobiernan el universo (Sólo para ser envueltas a un cuerpo de bebé y tener que pasar de nuevo por los a-b-c’s de la ortodoxia) es tan lastimoso e innecesario como sería que un estudioso plenamente desarrollado sufriera de amnesia y tuviera que regresar a kindergarten. De manera, amados Míos, que les sugiero que pidan a los Señores del Karma que esta restricción global sea eliminada para los jóvenes de acuerdo a su sabiduría, ya que nada se ganaría para aquellos cuyas memorias contienen amargura y odio; y si el velo fuera descorrido, esto no representaría más que un peso adicional sobre la raza y esta gente encontraría que el pasado es un peso sobre el presente.
De allí que, en conclusión, mis queridos trabajadores – en – la – viña, si Me lo permiten, me apartaré un poco del tema y les hablaré sobre la Ascensión y lo que ésta entraña.
Ta l cual ustedes saben, el cuerpo está compuesto de agua, aire, y tierra, siendo animado por el fuego espiritual, que es el elemento transmutador que eventualmente absorbe los otros tres elementos dentro de sí. Cuando la tierra, el agua y el aire han sido completamente interpenetrados por el fuego del espíritu, se convierten en sustancia etérica, y en el momento de la Ascensión, el Fuego de Dios regresa al Padre con los elementos transmutados de la Tierra dentro de sí. Así, la Ascensión consiste en la elevación de la llama ígnea que ha animado al cuerpo físico desde el principio de los tiempos. Al momento de la muerte de la humanidad, la Llama asciende pero sin absorber la sustancia purificada del cuerpo terrenal, y permanece como un elemento singular. Al momento de la Ascensión del alma despierta, la Llama se convierte en los cuatro elementos, y en esa Ascensión tienen ustedes la actividad del cuatro al cuadrado de la cuarta dimensión; y allí no hay retorno de la Llama a la Tierra, en vista de que su viaje ha sido completado.
Si visualizan este fuego en su aliento, atrayendo a sí la totalidad de su sustancia terrena, y se preparan para su último viaje a Casa, serán capaces de acelerar el proceso de purificación precediendo a la Ascensión.
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