
Tal cual recordaràn, Santa Teresa dijo una vez que las únicas manos que Cristo tenía para bendecir en la Tierra eran las de ella; que no tenía ojos para ver, ni labios para hablar ni pies para llevar el mensaje de Dios que los de ella - y yo les digo lo mismo. El Señor Maitreya (el Cristo del Universo), el Señor Buddha (el corazón de Amor). Mi humilde ser y la Hermandad en pleno dependen de los cuerpos de ustedes, de sus sentimientos , de sus conciencias y de sus deseos a travès de los cuales podamos esforzarnos por llegar a la humanidad. Nos encontramos en el Corazón de la Liberación, estamos en el Ambito de la Verdad y Nuestras manos estàn tendidas hacia la humanidad, pero la humanidad ni siquiera sabe que existimos. Los seres humanos no saben que existimos - ¡PERO USTEDES SI SABEN!
(Tomado de el libro El Puente a la Libertad Kuthumi, Lanto y Confucio)
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