
.La eficacia de la meditación y de la contemplación está en la conciencia [awareness] propiamente dicha de la Presencia de Dios dentro de la corriente de vida individual. »Estad quietos, y conoced que yo soy Dios» [Salmo 46;10] es, en verdad un mandamiento desde lo alto. Un individuo que desea salirse de la limitación, de la enfermedad y aflicción de toda índole, debe concientizarse de (y ganar confianza en) el Poder Divino que es la vida mediante la cual se motiva al cuerpo, se ilumina la mente y se estremecen los sentidos espirituales al hambre y la sed de rectitud [righteousness], las cuales estimulan la búsqueda espiritual de la realización.
......En tanto que el estudiante no haya aprendido a volver las corrientes de pensamiento hacia su Presencia, el facilitador o guía deberá proveer un curso positivo de contemplación para estimular las corrientes mentales del aspirante. Luego, al calladamente invocar el Ser Divino dentro del estudiante, el instructor permite que el Ser se convierta en el guía infalible, en el poder sanador, en la Presencia comandadora-de-Paz,en la inteligencia dirigida-por-Dios, a través del ser externo. Tal individuo ya no se encontrará absolutamente dependiente de un instructor exteriorizado, sino que se hará fuerte en el conocimiento espiritual, discernimiento y los Poderes Divinos dentro de sí.