domingo, 13 de julio de 2008

DEBES CUIDAR LA SERENIDAD - Emmet Fox


«Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.» Salmo 46:10

La serenidad es la marca de la vida espiritual. Más aún, es la clave de la felicidad.

La gente, en su mayoría, tiene al menos una comprensión superficial de esta verdad. Mucho le gustaría tener serenidad, pero no sabe qué hacer para conseguirla. Dice: "Me gustaría estar sereno en todo momento, o al menos la mayoría de las veces, pero ¿cómo lo hago?" A veces dice: "He trabajado muy duro para conseguirlo; de hecho, ocasionalmente he trabajado tan duro en esa dirección que me encuentro bastante cansado." Por supuesto que trabajar duro es, de por sí, una negación de la serenidad, es estar tenso.

Cuando estás sereno, todo en tu vida te viene fácil, y hasta te es posible dilucidar la solución de un problema sin que tengas que hacer ninguna oración especial al respecto. No hay duda de que a menudo te encuentras diciendo o haciendo lo correcto casi automáticamente. Ciertamente tus oraciones tienen mucho más poder cuando estás sereno.

He aquí una técnica para alcanzar la serenidad. Primero, deja de apurarte. Haz lo que sea necesario, pero sin abalanzarte. Segundo, entrénate a pensar sólo en lo que te gustaría pensar en el momento. Tercero, haz una regla de mantener tu mente allí donde te encuentras, o en lo que sea que te ocupe en el momento. No la dejes deambular a otros temas o lugares. Si tu cuerpo está en la calle 57 de New York, no tengas la mente en alguna otra ciudad.

Si te ocupa la consideración de cierta cuestión, no permitas que tu mente deambule a otros asuntos; o, si no te queda más remedio, deja de pensar en la primera cuestión y dale tu plena atención a lo otro. En pocos momentos caerás en la cuenta de que no es esto lo que deseas considerar hoy, y regresarás al asunto importante. Y, con toda seguridad, tus pensamientos no volverán a deambular más.

La mente de mucha gente está constantemente corriendo de un lado para otro en todas direcciones. Naturalmente, esto hace que sea imposible estar sereno. Aquiétate -no es que tengas que estar especialmente lánguido o callado, sino quieto. Puedes ser sociable y amigable, y aún así estar quieto mentalmente. Todos los místicos de todas las religiones, tanto occidentales como orientales, han enseñado esto.

Cuando has alcanzado la serenidad, serán extremadamente raras las veces en que sentirás excitación descontrolada, ira o miedo. No sentirás melancolía. Por el contrario, estarás más feliz que nunca.

Practica la serenidad de esta manera, y te sorprenderá lo rápido que se volverá un hábito. Claro que no hablarás de esto con otra gente. Notarán un cambio en ti, y la apreciación y respeto que sienten por ti aumentará de manera considerable.

(Tomado de el libro "Reclama lo Tuyo" de Emmet Fox - Serapisbey Editores Panamá)

lunes, 7 de julio de 2008

ORAR SIN CESAR...

Permítanme aclararles ahora, que esta actividad en ninguna manera interfiere con sus actividades diarias, amados Míos. Un momento de intensa adoración y llamado a su Presencia hará maravillas. Luego, durante la actividad del día, cuando tengan algunos momentos de pausa o respiro, aquieten su atención y digan:

"¡Magna Presencia YO SOY! ¡Tú eres la única Inteligencia y Poder que actúan aquí!"

.................Sigan reconociéndolo cada vez que tengan algunos momentos. Luego, procedan serenamente con sus actividades, y encontrarán que una gran inundación de Su Luz los llenará y llenará todo lo que hagan. Por ejemplo, por la mañana cuando se levantan y se preparan para el día, pónganse de pie e invoquen la Presencia con intenso Amor y gratitud:

"¡Magna Presencia YO SOY"! ¡Carga mi mente y cuerpo con Tu Ilimitada Energía, con Tu Magna Inteligencia, con Tu Protección invencible hoy! ¡Vela porque yo haga lo perfecto que debería hacer en todo momento! ¡Vela porque yo no cometa error alguno! ¡Vela porque no haga nada oculto con respecto a mi vida que no me sea revelado!"

.................Mis amados, de hacer esto en breve se convertirían en la Sabiduría en Acción. No hay nada en el mundo salvo ustedes que pueda determinar cuánto de esta Presencia pueden invocar a la acción. No hay nada que pueda detener Su acción ilimitada, SALVO POR EL PROPIO SENTIMIENTO DE USTEDES MISMOS.

.................Los exhorto, amados Míos, a creer esto hasta que lo traten diligentemente; hasta que fervorosamente sigan invocando la Presencia a la acción externa. Los exhorto a no permitir que su lado humano los desanime para comenzar. Si no están familiarizados con la Presencia... ¡entonces tienen que seguir invocándola a la acción para que descargue Sus Grandes Pilares de Sustancia-Luz! Verán entonces la manifestación de Su Perfección en el mundo suyo, lo cual les dará todo el estímulo que requieren hasta que nada los amedrente, tal cual es el caso de este buen Mensajero. Él conoce a esta Presencia, y ya nada lo amedrenta más. Él sabe que su Presencia disolverá y consumirá todo lo indeseable. ¡Él SABE que las apariencias no tienen poder! Eso es lo que ustedes necesitan saber concerniente a sus limitaciones financieras o a lo que fuere que pueda estarlos perturbando. Ustedes TIENEN que saber que las apariencias no tienen poder, en cuanto al mundo suyo concierne. Luego, invoquen su Presencia a la acción para que tome el mando, para que produzca Perfección, y disuelva y consuma toda cosa indeseable. De esta manera, ustedes TENDRÁN esos resultados en su Vida. Ustedes son el decretador de su Vida, amados Míos, el decretador de su mundo; y de acuerdo al Poder de su atención, esta Magna Energía producirá Perfección o destrucción.

(Tomado de Amantes de la Enseñanza nº 1.022 del libro La Voz del YO SOY de la página www.serapisbey.com)